sábado, 3 de abril de 2010

Resumen de Fallas y lo que nos espera en Sevilla / Por José Antonio del Moral



Resumen de Fallas y lo que nos espera en Sevilla


Por José Antonio del Moral
Aunque este año empezamos la campaña taurina española en la plaza madrileña de Vista Alegre y luego, como casi siempre, en Olivenza y Castellón, la primera feria que da y quita cada temporada es la de Fallas en Valencia aunque, como en todas, sus resultados artísticos dependen de que los mejores toros caigan o no en manos de los toreros capaces de aprovecharlos. Este año hemos tenido que esperar a que terminara el ciclo fallero porque dos de las máximas figuras no comparecieron en La Magdalena, Enrique Ponce y El Juli, quedando el protagonismo en manos de José Tomás quien, por cierto, no quiso actuar en Las Fallas al ser televisadas todas las corridas en directo. Una pena, porque tal impedimento ha birlado a la afición poder comparar y discutir sobre quien entre las tres grandes estrellas torearon mejor al natural. Suerte en la que abundaron y más destacaron de cuanto hicieron el trío de ases en sus respectivas actuaciones frente a reses de muy distinta condición. No obstante y como hay vídeos de todo, cada cual ha quedado en su sitio independientemente de las opiniones de la crítica y la de los aficionados al respecto. Mientras rumiamos lo acontecido en Valencia, ya estamos pensando en la Feria de Abril en Sevilla.

José Antonio del Moral

Los inapelables éxitos de El Juli en sus dos corridas falleras –el madrileño ha sido el indiscutible triunfador- y el de Sebastián Castella en la que cerró el serial con una por todo redonda, fue lo más notable sin que nadie pueda olvidar la épica faena fallida con la espada de Enrique Ponce frente al que, posiblemente, haya sido el toro más difícil y peligroso de los muchos parecidos que han marcado su inigualable carrera profesional. Aunque no cortó oreja, esta faena fue la única con la que el valenciano pudo celebrar a lo grande el vigésimo aniversario de su alternativa. Una faena que con ese mismo toro, nadie más que él ha sido ni quizá ningún otro sea capaz de llevarla a cabo. Por eso se le ha concedido el premio de la Diputación a la mejor de la feria. En cualquier caso y si para muchos no fue la mejor, la más importante sí e indiscutiblemente.

Pero con las demás corridas, no, pese a que Ponce arrancó dos apéndices en cada cita posterior al mano a mano con El Juli. Y es que Enrique cometió el grave error de elegir para sus otras dos tardes la insignificante y a la postre blandísima de Núñez del Cuvillo sin darse cuenta de que los mejores toros de esta ganadería ya estaban reseñados y apartados para su principal cliente, como tampoco de que los toros de Juan Pedro Domecq no son actualmente los más fiables para plazas de primera categoría por su progresiva escasez de fuerza y de raza pese a su indudable nobleza y a pesar de que hayan propiciado al valenciano no pocos triunfos en anteriores ocasiones. Sin ir más lejos, en las Fallas del año pasado.

La suerte, pues, también influyó, como en cualquier corrida y feria, en el devenir de la fallera porque a El Juli le tocaron tres buenos toros de los cuatro que mató (dos de Zalduendo en el mano a mano con Ponce y uno deGarcigrande en la del homenaje), y a Castella el mejor para el torero de todo el serial, el fantástico deVictoriano del Río lidiado en la corrida de los siete toros. Un toro que mereció la vuelta al ruedo aunque pocos la pidieron, e incluso posiblemente el indulto de haber caído en manos de Ponce o de El Juli.

Pero la suerte no siempre es aprovechada y así lo pudimos constatar con muchos toros e incluso con corridas enteras entre las lidiadas en las pasadas Fallas. Tomen nota los lectores: Dos toros de Adolfo Martín que se le escaparon a José Calvo; casi todo el envío de Valdefresno, especialmente el primero y el cuarto que no aprovechó debidamente Juan Bautista; la murubeña corrida de Capea que puso en evidencia tanto a Jesulín de Ubrique como a El Cordobés y en la que solo fue capaz de triunfar El Fandi; las completas y magníficas deFuente Ymbro y Alcurrucén, lastimosamente desperdiciadas en mayor o menor grado por Matías Tejela, Luís Bolívar y El Cid -que no termina de recuperarse y lo sentimos- aunque terminaran más o menos salvados César Jiménez, Daniel Luque y Rubén Pinar; varios toros de Jandilla que solo aprovechó El Fandi; mas uno deJuan Pedro y el estupendo de Capea del último día que se le fueron a Cayetano a quien, por el momento, vemos sin forma ni sitio con no poca alarma de cara a su primera comparecencia en Sevilla como matador de toros. Mientras que, los más desfavorecidos en su paso por Fallas entre las figuras fueron Morante de la Puebla, en parte José María Manzanares porque tampoco estuvo en su mejor momento y, sobre todo, Enrique Ponce sobre quien precisamente más pesaba la feria y no contó con ninguno de los mejores toros que salieron en sus tres actuaciones. En la última, por su muy costosa juanpedromanía -sobrero incluido- tras devolverse el primero por su manifiesta invalidez. A pesar de este notorio fiasco y respecto al ganado, podemos concluir que la feria no ha sido tan mala como se ha dicho aunque la pobre presencia de varios toros y el fallo a espadas de no pocos toreros hayan dado la impresión de lo contrario.

Sobre el papel, las Fallas de este año han ganado mayor calidad por los muy bien imaginados carteles que decidió Simón Casas, aunque en las primeras tardes siguieron primando los apenas atractivos. Lo mismo que los de la próxima feria de Abril en Sevilla en la que también hay una primera parte infumable y otra absolutamente cerrada con muy atrayentes combinaciones en las que competirán entre sí todas las figuras salvo el ausenteTomás.

Sin embargo, la afición ha vuelto a lamentar que en estas dos ferias y en muchas de las que nos esperan, parece no haber modo de evitar la inclusión de toreros locales acabados o sin apenas futuro, desahuciados que no interesan a nadie, compromisos e intercambios de diestros apoderados por unas u otras empresas que suelen condicionar la categoría de los ciclos y hasta la supuesta libertad de los propios gestores a su vez influidos o recomendados por los políticos de turno. Claro que, en las ferias de lleno a diario asegurado, de todos es sabido que ganan más con las peores corridas que con las de muy alto presupuesto.

Cuestión que alcanza grados inadmisibles aunque hasta ahora intocables por rentabilísimos en los abonos feriales de San Isidro en Madrid que continúan siendo lo que hemos venido en llamar el éxito del fracaso. Es decir, el ciclo más aburrido del mundo pese a la enorme importancia de la plaza de Las Ventas. Y no solo por culpa de los responsables de la gestión, obligados a compensar las pérdidas que arroja el resto de la temporada, sino también por la institución propietaria -la Comunidad de Madrid- al persistir en otorgar la organización de los espectáculos mediante concurso en vez de hacerlo por gestión directa con encargo a los mejores profesionales que puedan encontrar y renunciando a gran parte de los beneficios que les produciría el negocio e invertirlos en la mayor calidad posible de la feria, programando festejos de lujo al menos en la mitad de los que anuncien y no como desde hace mucho tiempo –las sucesivas épocas de los Chopera, los Lozano y los Choperitas salvo muy escasas temporadas de unos y otros– sobre la base de que la mayoría de los puestos son ocupados por toreros de tercera y hasta de cuarta categorías, dejando los huecos para que los rellenen los de segunda, los de primera y no todos entre los más caros, por cierto.

Pronto analizaremos los carteles isidriles de este año que acaban de anunciarse oficialmente entre el estupor de la afición que, un año más, se dispone a soportarlos.

La Feria de Abril en Sevilla

En la Plaza de la Real Maestranza y como acabamos de apuntar, también la empresa Pagés –Eduardo Canorea y Ramón Valencia– se ha aplicado este año en confeccionar unas corridas en las que competirán entre sí todas las grandes figuras salvo José Tomás por su desdichada manía de no dejarse televisar en directo, además de los dinerales que ha pedido y le darán. Allá él y sus protectores porque, quizá y sin quizá, su ausencia haya propiciado la indudable mejora de la feria en calidad.

De los carteles de Sevilla, caben destacar el siempre redondo festejo del Domingo de Resurrección (Morante, Manzanares y Perera con toros de Daniel Ruiz), la corrida del viernes 16 de abril (El Juli, Castella y Pereracon toros de El Ventorrillo), la del sábado 17 (Morante, Talavante y Daniel Luque con toros de Gavira), la del domingo 18 (El Cid, Sebastián Castella y José María Manzanares con toros de El Pilar), La del lunes 19 (Aparicio, Manzanares y Cayetano que, ya era hora, debuta como matador de toros en La Maestranza), la del martes 20 (El Juli, Manzanares y Luque con toros de Torrealta), la del miércoles 21 (Ponce, El Cid yTalavante con reses de El Puerto de San Lorenzo) y la del viernes 23 (Perera y Luque mano a mano frente a seis toros de Fuente Ymbro), dejando aparte la del jueves 15 (Antonio Ferrera, El Cid y César Jiménez) porque, siendo ejemplar que el torero de Salteras reaparezca en Sevilla con reses de su más dura especialidad a pesar del gran fiasco del año anterior en el decepcionante mano a mano con Morante, a muchos no les caído bien que El Cid repita el gesto con dos acompañantes de bastante menos categoría que la suya.

Así pues, cinco matadores de toros actuarán en Sevilla cuatro tardes: Morante de la Puebla, El Cid, José María Manzanares, Miguel Ángel Perera y Daniel Luque. Cinco toreros absolutamente distintos entre los veteranos y los más jóvenes, como Perera que el año pasado no compareció en Sevilla y este lo hace con la categoría que merece; y Luque, que cortó dos orejas a un toro de Alcurrucén en la pasada feria de San Miguel y este año viene a por todas. El Juli y Sebastián Castella comparecerán dos veces en la Maestranza. Y Ponce solo en una, lo que ha contrariado a sus partidarios.

Y en el mismo abono, destacar también las dos corridas que se celebrarán en septembrina feria de San Miguel: El sábado 24 (El Cid, Perera y Luque con toros de Alcurrucén), y la del domingo 25 (Morante, El Juli yManzanares con toros de Zalduendo). Tras la Feria de Abril y como viene siendo costumbre, todos los domingos que seguirán durante los meses de mayo y junio, tendrán lugar varias novilladas más o menos interesantes. Como asimismo, aunque no de lujo, la Corrida del Corpus del 13 de junio (Juan José Padilla, Uceda Leal y Salvador Cortés con toros de Martín Lorca).

Por lo demás, destaquemos la corrida de rejones del domingo 11 de abril (Fermín Bohórquez, Pablo Hermoso de Mendoza y Diego Ventura con reses de Bohórquez) por lo que supone la cada vez más candente competencia entre el navarro de Estella y el sevillano de La Puebla, mas la tradicional corrida de Miura que cerrará la Feria de Abril (El Fundi, Padilla y Rafaelillo).

Las bajas y las altas de algunas ganaderías como, por ejemplo, la de Juan Pedro Domecq -obligadamente castigada tras sucesivos fracasos-, y la premiada de El Pilar que repite tras el triunfo del año pasado, se asemeja y es bueno que así sea, al sistema que impera en las plazas más importantes de Francia, en las que los ganaderos que fracasan más de dos veces seguidas no vuelven en unos cuantos años, y los que triunfan repiten. Digo esto porque a Sevilla regresa Daniel Ruiz que el año pasado también triunfó en su debut con cuatro toros, y en el abono de 2010 figura nada menos que en el cartel del Domingo de Resurrección. También regresaZalduendo aunque en la feria de San Miguel. Victorino suele echar muy buenos toros en Sevilla y ya veremos cómo es la corrida que ha elegido para este año. Tendrá que sacarse la espina del pasado. Ojala que embistan muchos toros que ayuden a olvidar el desastre ganadero del 2009 y del anterior. Que así sea por el bien de todos. Falta hace.




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