domingo, 22 de enero de 2012

Siempre en nuestro recuerdo

Fraga Por María Bernal - Fotografías: ©Dolores de Lara 

Maruja Bernal

Mi particular homenaje a quien confió en mis primeras tareas políticas

Sería ingrato pasar por alto estos momentos en que la muerte de Manuel Fraga nos ha conmocionado a propios y extraños, como suele decirse, y es por ello que no me resisto a dedicarle este sentido homenaje de gratitud a la persona que un día, allá por el año 1983 me confió la ardua tarea de ser Presidenta de ALIANZA POPULAR de Gandia, donde residía a la sazón por asuntos profesionales de mi marido. A Manuel Fraga me unía una relación de amistad familiar, su suegro fue compañero de armas de mi padre, ambos militares de profesión y con una de sus cuñadas compartí tareas laborales en la Compañía IBERIA.

Pero la cuestión política era otro asunto muy bien distinto Pasé de ser una entusiasta simpatizante y militante de aquella gloriosa formación política desde su gestación, a tener una responsabilidad, bastante seria por cierto, dadas las circunstancias de la situación del Partido en aquella localidad y más aún en la provincia de Valencia. Yo era de Valladolid y estaba caracterizada por una imparcialidad hacia los “corrillos políticos” de la zona y la provincia, por lo que visto lo cual, Don Manuel, con la contundencia que le caracterizaba, me espetó una frase muy propia: “ahí lo tienes y ya estás tardando en empezar el trabajo”.

©Dolores de Lara

No fue tarea fácil, pero salió bien. Mi principal activo era la confianza que él depositó en mí y transmitió a los miembros del Partido en la Comunidad Valenciana, aparte de mi profundo entusiasmo por la actividad política que desde muy joven practiqué siendo estudiante en la Facultad de Derecho, en la medida que nos era permitido un cierto acercamiento a determinadas formaciones legalmente establecidas, como era el S.E.U. y alguna otra por el estilo.         Obra de Santiago de Santiago

Recuerdos hitóricos. María Bernal (morena) con Fraga

Y repito que no fue tarea fácil porque, de tener que tratar con un Presidente Provincial al que me unía una amistad personal y familiar, pasé a tener que continuar mi tarea con otro no muy afecto al anterior y por último con un tercero, por cierto muy neutral y aséptico. Pero aparte de la manifestación hecha por Don Manuel de que yo “…era la persona de su confianza y con la que tenían que contar…”, que me revistió de una cierta autoridad. Con los tres tuve una magnífica relación de trabajo en el Partido y de amistad que perdura. Fueron Carlos Manglano de Mas (q.e.p.d.), Ignacio Gil Lázaro y Pedro Agramunt Fontdemora. Tres hombres con los que trabajé intensamente de una forma poco usual en las tareas políticas, pero nos unía el entusiasmo de sacar adelante un programa de contenidos propios de nuestra ideología además del afán de unificar opciones de centro-derecha dispersas que disminuían notablemente los votos de nuestra formación Popular. Así pasé diez años, entre unas cosas y otras, en la dirección provincial del Partido, buscando candidatos idóneos, elaborando listas complicadas, pero siempre con un entusiasmo que lograba transmitir a aquellos que confiaban en nuestro quehacer. Nunca ocupé cargo público, pero siempre iba en las listas rellenando huecos con el objeto de rentabilizar votos.

Hoy me complace ver a algún Ministro de este nuevo Gobierno, fruto de aquellas “aventuras” en las que bien puedo decir que nos embarcamos sin rumbo fijo, pero que llegaron a buen puerto. Es obvio hacer más manifestaciones sobre esta cuestión porque este es momento de reconocer que sin el incondicional apoyo de nuestro Patrón, como así le llamábamos, esto no hubiera sido posible. Y por eso siempre le recordaremos como la fuerza motor que nos impulsó a creer en un futuro partiendo de un escaso y a veces vacío estado de ánimo, porque si él era infatigable, nosotros acabábamos siendo iguales. Hoy nos llena de orgullo contemplar el panorama, bien distinto por cierto, pero fruto de ese esfuerzo e ilusión que caracterizaba nuestro trabajo. Pienso que Don Manuel descansa tranquilo y está diciendo: “Misión cumplida”.

©Dolores de Lara ©Dolores de Lara

Esto es democracia. Todos unidos. Dicen que la unión hace la fuerza

No quiero terminar este sentido recuerdo y entrañable homenaje a Manuel Fraga desde mi condición de Secretaria General-Canciller del Capítulo de Caballeros y Damas de Isabel la Católica. Tuvimos el honor de que aceptara la invitación a formar parte de nuestra Institución con un entusiasmo encomiable porque verdadero entusiasmo y admiración es la que profesaba por la Reina Isabel. Fue un defensor a ultranza del hecho de la Hispanidad, dato que ha manifestado públicamente a lo largo de toda su vida, por eso se sintió gozoso y halagado que le invitáramos a formar parte del Capítulo y ayer, cuando fui a despedirme de él, su propia hija me confesó lo entusiasmado que estaba teniendo los nombramientos del Capítulo y la Academia en un lugar preferente en su despacho. Fue investido Caballero de Honor y Académico de la Hispanidad en nuestra Sede Estatutaria de Madrigal de las Altas Torres en el Palacio de Juan II, donde naciera la Reina.

 ©Dolores de Lara La anécdota de aquel día, aparte de repetirnos constantemente su entusiasmo y alegría por el acontecimiento, fue la de apostar rotundamente por el hecho de reconocer en el ámbito universal los hechos incuestionables de Isabel la Católica, aparte de animarnos a continuar con esa causa iniciada de su beatificación y canonización basándose en el hecho ocurrido en Francia con respecto a Santa Juana de Arco, justamente en el mismo siglo. Allí, en el claustro del Convento de las Madres Agustinas, sentado en un banco a la espera del comienzo de lo actos, nos relató una serie de historias y datos significativos de lo que fue y significó la conquista de América.

También se encontraba entre nosotros el descendiente del autor del hecho, el Duque de Veragua, Cristóbal Colón de CaIsabel la católicarvajal y su esposa, miembros del Capítulo y lo cierto es que aquello se convirtió en una animada tertulia, tertulia que finalizó Don Manuel con esta observación: “No sé que demonios pasa en España con la figura de Isabel la Católica y el iniciado proceso de canonización. A Juana de Arco la condenaron seis obispos a morir en la hoguera acusándola de falsedad y herejía y al poco tiempo fue reconocida como símbolo de Francia y heroína y después canonizada. Y aquí llevamos quinientos años mareando la perdiz y no se llega a ninguna conclusión con este asunto. Esto es un desastre”. Nos dejó atónitos, pero demostró una vez más que era el Manuel Fraga de siempre.

Descanse en Paz Don Manuel  

1 comentario :

  1. Magnífico, María; maravillosamente documentado y muy emotivo. Gracias mil!!!! Y por siempre en nuestra memoria este gran hombre.

    Francisco

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