miércoles, 7 de marzo de 2012

PREMIOS TAURINOS DEL CASINO DE MADRID

©Dolores de Lara MANZANARES ES FELICITADO POR NUESTRO ALCALDE SIEMPRE, JOSÉ MARÍA ÁLVAREZ DEL MANZANO

Por Antonio D. Olano / Fotografía:©Dolores de Lara

Antonio D. Olano

Madrid tiene lujo que no se permiten, quizás porque no han sabido mecerlos, otras ciudades europeas. Dos de esos lujos arquitectónicos y artísticos, están casi unidos en la calle de Alcalá por la que ahora la florista y la turista, desgraciadamente no viene y va. Hago obligada referencia a los centenarios edificios del Museo- Real Academia de Bellas Artes y al de Casino de Madrid (atención: no confundir con los patios de monipodio de los casinos de juego) esta última entidad y su edificio estuvieron al borde de su desaparición porque el Arte y la economía casi nunca caminan unidos.

La Real Academia y Museo de Bellas Artes está regida por Bonet Correa, que es un lujo que le ha tocado en suerte a España.

En cuanto al Casino, recomiendo una visita y así sabrán como cuida Madrid a sus instituciones, siempre estuvo bien presidido. En esta ocasión lo comanda el boticario gallego y periodista en los madriles, Mariano Turiel. También preside e interviene presentándolos, en conferencias conciertos fiestas varias, entre ellas la de Navidad, la del carnaval y otras múltiples calabriadas, siempre lo suficientemente distraídas, que les placen a los socios que disfrutan del privilegio de pertenecer a la identidad.

Cuentan con extraordinarios colaboradores. No es cuestión de repetir los nombres de su Junta Directiva. Pero me quedo con el de Gerardo Seco, que es el motor organizativo y de esa cosa hoy tan importante que son las finanzas.

Cuando llegamos al Casino todas son sonrisas. Las primeras y principales las de dos periodistas que son portavoces de la entidad: Rosa Figueroa a la que encomiendan también las crónicas de los suculentos viajes que realizan los socios recorriendo el mundo. La otra, su compañera se llama Susana Rivera y es una verdadera malabarista en el arte de las relaciones publicas ambas son otros de los premios gordos que han sabido elegir los directivos casineros.

En el Salón Real del casino autentico museo de gigantescas arañas de cristal y de cuadros de pintores famosos como Romero de Torres. Se acogió a los socios invitados varios y, naturalmente, a las figuras del toreo que merecieron alzarse con los XVII premios taurinos del Casino de Madrid.

Los fogones del casino madrileño también reciben cada año varios premios, entre ellos de la “guía Michelin” porque el capital de los cocineros tiene un puesto privilegiado entre y sobre sus colegas del mundo.

En esta ocasión comenzó el acto de entrega de los premios sin duda uno de los más importantes y serios que concede Madrid. Junto al nombre de los galardonados la ilustración de sus faenas proyectada en los videos. Dos veces, dos, tuvo que comparecer José María Manzanares la primera por ser el triunfador de la Feria de San Isidro. La segunda a la mejor estocada. Fiel espada triunfadora y dignísimo sucesor de su padre, de igual nombre y apellidos.

A la mejor faena fue el premio recogido por el extremeño Alejandro Talavante y lo que respecta al arte del rejoneo, Leonardo Hernández, se llevó las palmas.

El jurado considero el mejor novillero a Rafael Cerro y el galardón al mejor par de banderillas fue a parar a la vitrina de trofeos de Jesús Arruga de la cuadrilla de Cesar Jiménez.

Hubo una mención especial para el vasco de origen gallego, Iván Fandiño por sus actuaciones en la feria de San Isidro.

Quédense con esos nombres en cuyas manos, valor e inteligencia puede y debe estar el futuro inmediato de la fiesta. A eso de la media noche volvimos a pisar la calle de Alcalá, solemnes edificios mayormente blancos, bien iluminados y poca, poquísima gente sumaban los nativos y turistas. Taxis formando grandes colas con la luz verde anunciadora de su disponibilidad, una amiga inglesa, ex mujer de un embajador español le preguntó a Rafael Flores, el Alfaqueque y mejor conocedor de Madrid que es lo que pasaba.

El sucesor de Ramón en el conocimiento y escritura de la Villa y Corte, le respondió delante del ex- Alcalde José María Alvarez del Manzano: señora pasa que no pasa nada. Porque la que pasa y se adueña de la ciudad es la crisis. Que si sigue viniendo debemos saludarla cordialmente los madrileños.

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