miércoles, 2 de enero de 2013

RECUERDOS DE UN AÑO YA PASADO

   HABLEMOS HOY DE LA DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN

 Por José Román del Álamo Velasco

©Dolores de Lara

El día 8 de diciembre, el Cuartel General del Ejército celebró la festividad de la Inmaculada Concepción, Patrona de la Infantería, habiendo tenido su origen con el llamado Milagro de “EMPEL”.

“El motivo de que el infante español haya proclamado Patrona suya a la Inmaculada Concepción fue un hecho portentoso acaecido en la isla de Bommel -entre los brazos de los ríos Mosa y Vakal- el día 7 de diciembre de 1585.

Guarnecían esta isla 5.000 españoles del Tercio de Holanda, mandados por Francisco de Bobadilla. Cinco mil españoles que, en frase del almirante francés Bonnivet, parecían "cinco mil hombres de armas, y cinco mil caballos ligeros, y cinco mil infantes, y cinco mil gastadores, y cinco mil diablos".

El conde de Holac, que mandaba la escuadra Protestante, sitia la isla. El bloqueo se estrecha cada día más. La lucha, continua y cruel, va eliminando poco a poco a los soldados de Bobadilla. Secretamente piden los españoles auxilio a Farnesio y al conde de Mansfield, sin resultado práctico. Cuando los pertrechos de guerra y de boca estaban casi agotados, el conde Holac les intima a la rendición, ofreciéndoles grandes ventajas.

El consejo de capitanes da la siguiente respuesta: "Los españoles prefieren la muerte a la deshonra." Al oír esta respuesta el conde Holac tiene una idea diabólica, que pone en práctica: las aguas del Mosa discurren por un canal más alto que el terreno ocupado por los españoles. Abre un enorme boquete en el dique que las contiene y las aguas se precipitan, viéndose los españoles rodeados de un mar que los obliga a retirarse a las dunas que sobresalen y al montecillo de Empel, para no perecer ahogados, quedando sitiados por el agua y presos en tres islotes a merced de la escuadra protestante. Pasaron allí cinco días mal vestidos, mal alimentados, empapados de agua y ateridos de frío.
Un soldado rompió con un zapapico el hielo que cubría la trinchera, y al profundizar en la tierra tropezó con un objeto de madera. Era una tabla en la cual vio con gran sorpresa y alegría, qué estaba pintada en frescos colores la Inmaculada Concepción de la Virgen María.

A los gritos de júbilo de este soldado acuden sus compañeros, y, colocando la imagen de María Inmaculada sobre la bandera española, caen todos de rodillas y cantan la Salve.

Pronto llega Bobadilla, y, considerando el hallazgo de aquella imagen como señal de una próxima protección celestial, dirige a los soldados estas palabras: “¡Soldados! El hambre y el frío nos llevan a la derrota; el milagroso hallazgo viene a salvarnos. ¿Queréis que se quemen las banderas, se inutilice la artillería y abordemos de noche las galeras, prometiendo a la Virgen ganarlas o perder todos, todos, sin quedar uno, la vida?..."  "¡Sí, sí; queremos!", fue la unánime respuesta de aquellos héroes.

La imagen de la Inmaculada Concepción fue seguidamente trasladada a una iglesia que había en el montecillo de Empel  y se la colocó en un trono, teniendo como dosel la bandera de España. Aquella misma tarde, 7 de diciembre, se levantó un viento fuerte e intensamente frío que barrió parte de las aguas y éstas comenzaron a congelarse.

La escuadra protestante, ante el temor de quedar apresada entre los témpanos del Mosa congelado, levanta el cerco y se retira. Cuentan los historiadores que el conde de Holac pronunció entonces estas palabras: "Parece que Dios es español, pues ha obrado tan gran milagro."
Los españoles, marchando sobre las aguas heladas del río Mosa, atacan con coraje y ardor guerrero a la escuadra protestante y alcanzan una completa victoria al amanecer del día 8, fiesta de la Purísima, contándose entre el botín de guerra diez navíos de bastimentos de boca y armas, toda la artillería y munición enemiga y 2.000 prisioneros.

El mismo día, 8 de diciembre de 1585, se celebran actos religiosos de acción de gracias y es trasladada a Balduc la imagen de la Inmaculada Concepción de María. Por aclamación fue nombrada la Inmaculada Concepción Patrona de todos los Tercios de Flandes e Italia, fundándose una Cofradía bajo el titulo de Soldados de la Virgen, Concebida sin Mancha, siendo Bobadilla el primer cofrade y figurando en esta Cofradía todos los alistados en los Tercios de Flandes e Italia.

Desde entonces la Inmaculada Concepción es Patrona de la gloriosa Infantería española, pues es sabido que el nombre de Tercio se cambió por el de Regimiento después del Tratado de Utrecht.”

El acto fue presidido por el Teniente General Director General de Reclutamiento y Enseñanza Militar. Durante el mismo se hizo entrega da condecoraciones al personal militar y civil, tanto funcionario como ajeno a la administración militar, al que en esta ocasión se hizo entrega de una Cruz al Mérito Militar con distintivo blanco al Subinspector de la Policía Municipal de Madrid, D. Ángel Rabadán.

  Al finalizar la entrega de condecoraciones se procedió a hacer entrega del nombramiento de Caballero de Honor del Capítulo de la Coronelía guardas del Rey, que este año cayó en D. Juan Mario Rey Segura, por su inestimable ayuda desinteresada en pro de la vida diaria del Regimiento y del Ejército.

El acto finalizó con un acto a los que dieron su vida por España y un desfile de la fuerza participante.

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