Por Joaquín Gómez de Segura y Mayorga
Dos Papas por la humanidad entera
desde hoy santos se encuentran en la Gloria,
y por este motivo con euforia
así aleluya entona La Montera.
Aquí a su Directora yo quisiera
decirla la ilusión que me depara
concebir estos versos, que mi clara
inspiración, cariño y simpatía
hacia ella, artífice en fotografía
te muestro amiga Dolores de Lara.
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Dos Papas han sido santificados
por Francisco y el clero
más multitudinario y peregrinos
llegan del mundo entero.
Acuden mandatarios junto a reyes
y jefes de gobiernos,
y llena hasta los topes se contempla
la Plaza de San Pedro.
Al Papa Benedicto con el Papa
Francisco, a ambos les vemos
fundirse en un abrazo y coreando
también juntos los rezos.
Plegarias dirigidas al que el mundo
llamara el Papa Bueno
Juan XXlll, y al de las juventudes
el Papa Viajero.
San Juan Pablo ll de bondades
su vida fue un portento,
llegando a perdonar al que le quiso
incluso dar por muerto.
Dos almas generosas que de inmensa
bondad dieron ejemplo,
dejaron en la tierra para todos
lo más gratos recuerdos.
Están bien contrastados los milagros
magníficos que han hecho,
y bien la santidad tienen ganada
los dos Papas al tiempo.
Al ser elevados a los altares
con devoción debemos
pedirles que al Dios Padre por nosotros
dirijan nuestros ruegos.
San Juan XXlll pide por nosotros
a Dios el Padre eterno,
y tú San Juan Pablo ll, el Papa
de la Familia atento.
Os suplicamos que la paz y el orden
traigáis al universo,
que gracias a vosotros ahora tiene
dos santos más el Cielo.
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Un beato español la Gloria eterna
compartirá con ellos,
Marcelo Spínola y Maestre ha sido
de misticismo ejemplo.
Fue Juan Pablo ll quien un día
del año ya algo lejos,
de mil novecientos ochenta y siete
beatificó a Marcelo.
Contó con la presencia en aquel acto
con gran recogimiento
de toda su familia que felices
devotos acudieron.
Julia González-Cocho de Spínola
le entregó de recuerdo
al Santo Padre un cuadro que pintado
fue con un gran acierto.
Su autora Mayte Spínola con tanto
cariño lo había hecho,
para la serie aquella Gaviotas
de fama que aún recuerdo.
Jurista y abogado de los pobres
fue el cardenal, dispuesto
a mendigar y a los necesitados
darles todo el dinero.
En San Fernando, Cádiz vino al mundo
el catorce de Enero
de aquel mil ochocientos treinta y cinco
y el apodo le dieron...
Aquel de "El abogado de los pobres"
y en sus años primeros
de vida, culto fiel por el Sagrado
Corazón guardo inmenso.
Piadoso era que a las necesidades
del pobre estaba abierto,
y a Cristo aseguraba hay que imitarle
aunque sea de lejos.
Un santo varón fue que por el mundo
pasó dejando lleno
de religiosidad, fervor y tantas
bondades por completo.
Vaciarse de si y bien de Dios llenarse
su lema fue, sirviendo
y dando testimonio de fe ciega
al Celestial Maestro.
Dos santos Papas le hacen compañía
al Beato Marcelo
Spínola y Maestre, y de alegría
radiante brilla el Cielo.
Doy las gracias a Mayte Spínola por enviarme estas fotografías que han podido engalanar estas bonitas estrofas salidas de la pluma de este gran poeta, Joaquín Gómez de Segura.
Un saludo cordial y afectuoso.
Dolores de Lara
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