jueves, 29 de agosto de 2013

Toros de Zalduendo en Linares

zalduendo Por Ignacio Rubio/Linares 28 de Agosto del 2013

 Enrique Ponce lleno de estética, temple, veteranía y ganas como si de un principiante se tratara. Róbalo tuvo mucha clase, pero en las manos del de Chiva creció en calidad sin duda. Fernando Domecq tiritaba en el callejón, quería el indulto, las miradas a la presidencia y los gritos de nota. No le iba a menos los de Juan Bajo. Sonaron los dos avisos y Ponce deleitando al personal que en esos momentos de éxtasis y toreo dulce no querían que aquello terminara. Uno que venía de hacia menos de 24 horas de presenciar otro indulto de Ponce casi lo dio por hecho, pero el presidente aguantó hasta límites insospechados y Ponce entró a matar. El abucheo al palco de aúpa y Ponce a recibir felicitaciones, la primera de Manzanares, buen detalle. La vuelta a Róbalo justísima y vaya semana que lleva el de Chiva. ¡Enhorabuena!
El primero, muy flojo, con el que Ponce lo intentó con el capote, aunque el animal perdía las manos. Se señaló en el caballo un picotazo y la faena transcurrió entre las retiradas caídas del bicho. Pitos en la grada y Ponce, que intentó justificarse, se fue a por los aceros. Pinchazo, media y dos descabellos. Silencio y pitos al toro.

Manzanares toreó muy lúcido por delantales y dejó una media sabrosa, perdiendo el toro las manos. Buen par de José Javier. La faena tomó altos vuelos, a pesar de que el toro pierde las manos en la primera serie. La segunda con la derecha y en redondo a media altura, cuidando mucho al animal el torero. La tercera fue la mejor. Tres muy templados y el de pecho de pitón a rabo en redondo. Al natural dos series de alta escuela de Manzanares. La plasticidad y el empaque, lo mejor. Todo con muy buen trazo. Un pase cambiado por detrás levantó pasiones. Final con ayudados por alto y trincherillas. Estoconazo marca de la casa y oreja con fuerte petición de la segunda.

Talavante toreó al inválido de Zalduendo muy bien a la verónica, rematando con una larga media. Quitó por ceñidas gaoneras. Brinda al público y pega dos pases por alto y un cambiado por detrás para después templar al natural. Serie en redondo ligada antes de que el toro se venga abajo estrepitosamente. Talavante se mete entre pitones con continuos cambios de mano que llegaron a aburrir. Pinchazo y media. Pitos al toro y palmas al torero.
Ponce con el cuarto de la tarde fue frío de salida pero un derroche de pundonor en el último tercio. Se le pidió el indulto que el presidente no concede. Ponce entra a matar tras el segundo aviso. La faena fue memorable, con un comienzo por doblones por bajo y un cambio de mano extraordinario. Primaron los redondos de comienzo. Si una serie era buena, la otra mejor. Los molinetes para quedarse colocado y ligar otra nueva serie. Al natural tomó más vuelo la faena todavía. El tres en uno muy ligado. Primó la estética, plasticidad, enjundia y ganas de Ponce. Hubo poncinas para ligar una serie por la derecha que levantó la pasión del público. A los gritos de ¡indulto, indulto!, Ponce había escuchado los dos avisos y entró a matar. Todos pedían el indulto entre barreras, incluido el ganadero. Estocada y descabello y dos orejas. Vuelta al ruedo para el toro.
El quinto, noble y a menos, con el que Manzanares quedó inédito con el capote. Recibió una buena vara el de Zalduendo antes de dos pares excelentes de Trujillo y Blázquez, que saludan. La faena de muleta con mucha intermitencia y espacios muertos. Se basó fundamentalmente en la derecha, en cuatro series, donde la mejor fue la tercera y un cambio de mano marca de la casa. Finalizó con otra serie en redondo y un molinete de salida. Todo muy artístico pero con escasa profundidad. Aguantó para matar recibiendo una eternidad. Al final lo consiguió con estocada atravesada que provoca vómito antes de pasear una oreja.

Alejandro Talavante saludó muy bien a la verónica con una media exquisita. Comienzo de faena por ayudados que presagia algo grande. Series en los medios de gran calado por la derecha. Al natural no tuvo la misma profundidad. El toro se fue rajando en faena de más a menos, pero Talavante muy metido entre pitones, brilló en las cercanías. Su final de faenas con bernardinas ajustadísimas y dos pases con la derecha saliendo de las mismas. Media estocada y dos descabellos dejaron el premio en ovación con saludos.

Ficha del Festejo:

Enrique Ponce, silencio y dos orejas tras dos avisos con bronca al palco.
José Mari Manzanares, oreja con petición de la segunda y oreja.
Alejandro Talavante, palmas y ovación con saludos.

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